JOSE JOSE
- CINEMASCOPE
- 3 nov 2016
- 1 Min. de lectura

Hay un pájaro cantando en la ventana
Tiene un nudo en los nudillos de los dedos de los pies
Sus plumas son azules con tonos ámbar
Su olor es un rocío que impregna a miel de abejas
Miel fermentada en un barril de madera.
Tiene ojos cafés y el alma sonrojada
Sobretodo muy sonriente
Cuando canta lentamente
Se te mete en la comisura de los labios
Bajando por la lengua
Atravesando el esófago
Llegando al corazón.
El a mi me ve como un colibrí
Por ende entiende que a mi no me gusta cantar
Pero de vez en cuando
Se queda en silencio
Tratando de entender
El arte de cultivar el polen de las flores.
Yo disfruto de las tonadas de su boca
También observándolo en silencio
Desentrañando el misterio de la alegría contagiosa
Mientras le admiro la fuerza del cóndor
Que brota por sus poros de forma natural
- es posible que dos especies disimiles puedan juntarse -
Sí
Entre pájaros solo es posible aprender a volar
Revolotear de un lado a otro
Conquistar la alegría
Resulta fácil adaptarse
Viéndolo cantar con sus ojos miel de abejas
Suave
Suave
Con las yemas de los dedos
Con los parpados y las mejillas
Con algo silencioso y complaciente que viene del alma
Muy adentro del corazón
Haciéndome feliz.
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